Todos tenemos diferentes razones para levantarnos cada mañana y hacer lo que hacemos cada día. Entonces, ¿por qué es que, en algunos días, se puede sentir más difícil que otros levantarse cuando suena el despertador, hacer ejercicio, aplazar un trabajo o una tarea escolar, o hacer la cena para la familia?
La motivación (o la falta de ella) suele estar detrás de por qué hacemos las cosas que hacemos.
Hay diferentes tipos de motivación, y resulta que entender por qué estás motivado para hacer las cosas que haces puede ayudarte a mantenerte motivado y puede ayudarte a motivar a los demás.
Existen dos tipos de motivación — intrínseca y extrínseca – en esta nota analizaremos sus diferencias y veremos los beneficios de cada uno, y cómo usarla para inspirar la productividad.
Definiciones de la Motivación Intrínseca y Extrínseca
- La motivación intrínseca implica hacer algo porque es personalmente gratificante para ti.
- La motivación extrínseca implica hacer algo porque quieres ganar una recompensa o evitar el castigo.
¿Qué es la motivación intrínseca?
Cuando estás intrínsecamente motivado, tu comportamiento está motivado por tu deseo interno de hacer algo por sí mismo, por ejemplo, tu disfrute personal de una actividad, o tu deseo de aprender una habilidad porque estás ansioso por aprender.
Ejemplos de motivación intrínseca podrían incluir:
- Leer un libro porque disfrutas de la narración de historias
- Hacer ejercicio porque quieres aliviar el estrés
- Limpiar tu casa porque te ayuda a sentirte organizado
¿Qué es la motivación extrínseca?
Cuando estás motivado extrínsecamente, tu comportamiento está motivado por un factor externo que te empuja a hacer algo con la esperanza de ganar una recompensa – o evitar un resultado menos que positivo.
Motivación intrínseca y extrínseca: ¿Cuál es la diferencia?
A primera vista, podría parecer que es mejor estar intrínsecamente motivado que extrínsecamente motivado. Después de todo, ¿no parece que sería ideal si no necesitaras que nadie – o nada – te motivara para realizar las tareas?
Pero, por desgracia, no vivimos en una Utopía de motivación así, y estar extrínsecamente motivado no significa nada malo, la motivación extrínseca es sólo la naturaleza del ser humano.
Si tienes un trabajo, y tienes que completar un proyecto, probablemente estás motivado extrínsecamente – por los elogios de tu jefe u obtener un aumento potencial o una comisión – incluso si disfrutas del proyecto mientras lo estás haciendo.
Si estás en la escuela, estás extrínsecamente motivado para aprender un idioma porque te están calificando, incluso si disfrutas practicándolo y estudiándolo.
La motivación intrínseca es buena, y la motivación extrínseca también lo es.
Arturo Pérez
La clave es averiguar por qué tú — y tu equipo — están motivados para hacer cosas, y fomentar ambos tipos de motivación.
Cuando la motivación intrínseca es mejor
Las investigaciones han demostrado que los elogios pueden ayudar a aumentar la motivación intrínseca. Se ha comprobado que la retroalimentación positiva que es “sincera”, “promueve la autonomía” y “transmite normas alcanzables” promueve la motivación intrínseca.
Pero en la otra cara de la moneda, las recompensas externas pueden disminuir la motivación intrínseca si se dan demasiado a la ligera. Cuando se reciben demasiados elogios por completar un trabajo mínimo o una sola tarea, su motivación intrínseca disminuye.
Si usted es un gerente de personas, sea intencional con sus elogios y comentarios positivos. Asegúrate de que sea específica, empoderadora y que ayude a tu equipo de trabajo a entender tus expectativas y estándares. Pero asegúrese de no dar demasiados elogios por un trabajo que es menos significativo, o podrían perder la motivación intrínseca.
Si es un colaborador individual, dígale a su gerente cuando sus comentarios sean motivadores, y también déles comentarios positivos. Al proporcionarle a tu gerente una retroalimentación positiva cuando te dan un elogio que te mantiene motivado, tú, a su vez, lo motivarás extrínsecamente para que sigan dirigiéndote con éxito.
Cuando la motivación extrínseca es mejor
Las recompensas extrínsecas no sólo implican el soborno (aunque el soborno puede funcionar). En algunos casos, es posible que las personas nunca estén motivadas internamente para completar una tarea, y la motivación extrínseca puede utilizarse para hacer el trabajo.
De hecho, las recompensas extrínsecas pueden promover el interés en una tarea o habilidad en la que una persona no tenía ningún interés anteriormente. Recompensas como elogios, comisiones, bonos o premios también pueden motivar a las personas a aprender nuevas habilidades o proporcionar una retroalimentación tangible más allá de una simple amonestación verbal.
Pero ten cuidado con las recompensas extrínsecas: Los estudios han demostrado que ofrecer demasiadas recompensas por comportamientos y actividades que la gente ya está intrínsecamente motivada a hacer, puede en realidad disminuir la motivación intrínseca de esa persona, por medio del efecto de sobre justificación.
En estos casos, ofrecer recompensas por actividades que la persona ya encuentra gratificantes puede hacer que una actividad personalmente agradable parezca un trabajo – lo que podría matar su motivación para seguir haciéndolo.
Si eres un gerente de personas, usa las recompensas extrínsecas con moderación para motivar a tu equipo a asumir nuevas responsabilidades o a alcanzar objetivos elevados.
Los bonos, comisiones, premios de reconocimiento y los ascensos pueden ser una forma efectiva de motivar o recompensar a tu equipo por aprender nuevas habilidades, asumir nuevos retos o alcanzar una meta trimestral. Pero asegúrate de dar a los miembros de tu equipo el tiempo y los recursos necesarios para explorar las habilidades y los proyectos que ya les entusiasman de forma independiente, sin que formen parte de sus responsabilidades habituales, lo que podría desmotivarlos.
Si eres un colaborador individual, trabaja por las recompensas que quieras, pero no te esfuerces demasiado en la búsqueda de premios extrínsecos. Asegúrate de tomarte el tiempo, en tu trabajo o en tu vida personal, para explorar las actividades que disfrutas sólo por el hecho de hacerlas, para mantenerte equilibrado.
Conclusión:
Para llegar a ser un líder o gerente de éxito es necesario ser consiente de las motivaciones de nuestro equipo de trabajo. Saber qué los motiva y cómo se puede impulsar a cada individuo para que este alcance su máximo potencial es una de las habilidades que hacen la diferencia entre un gerente promedio y un gerente de primer nivel.
En mis cursos de ventas, liderazgo y desarrollo de competencias, el tema de la motivación es un pilar para comenzar a desarrollar las habilidades y competencias que todos necesitamos para ser mejores ya sea en un ámbito personal o uno profesional.
¡Buena Suerte!